viernes, 29 de junio de 2007

Los objetivos transversales en el duro oficio de vivir




En el duro oficio de vivir la mejor receta es vivir los valores como los niños, con la inocencia, que no es otra cosa que la sabiduría que nos regaló Dios

Los objetivos transversales definidos en materia de educación en Chile abarcan la dimensión de desarrollo intelectual como la de desarrollo moral y se ordenan en cuatro grandes ámbitos formativos: crecimiento y autoafirmación personal, desarrollo del pensamiento; formación ética; la persona y su entorno. Los transversales corresponden a unas dimensiones formativas que no son monopolio de una asignatura, sino que al contrario las cruzan a todas ellas y deben empapar la experiencia educativa de los alumnos. Deben estar en las relaciones entre alumnos y profesores.
En el desarrollo de la pot-humanidad que estamos viviendo, a los profesores se nos habla de la gran misión que tenemos la cual es “ ayudar en el desarrollo integral del ser humano a través del tiempo”. Parto entonces de la idea de que nacemos libres, que nos vamos formando a través del tiempo y que conservamos la libertad para elegir como vivir. Surge aquí una interrogante ¿Cómo saber elegir la mejor manera de vivir?. Leí este verano un libro llamado “El Monje que Vendió su Ferrari”del escritor Robin S. Sharma, en él se relataba la historia de Julián Mantle un empresario de mediana edad, un hombre duro, dinámico y siempre dispuesto a trabajar dieciocho horas diarias para alcanzar el éxito que según él, era su destino. Julián era un gran abogado, egresado de la mejor universidad, y su forma de trabajar en los tribunales era ya una leyenda, tenía todo lo que un gran abogado pudiera desear y como muestra referente de sus logros contaba con un Ferrari último modelo, en definitiva un hombre comercialmente exitoso, que había amasado una gran fortuna a costa de horas y horas de trabajo, pero que había perdido el valor de lo simple, que había transgredido los valores, que había descuidad su formación ética y no había sabido encausar su desarrollo personal, ya que había olvidado “como vivir”. Este hombre sufrió un infarto y …”( recomiendo que lo lean, no les contaré el final). Cabe preguntarse entonces ¿qué pasó? , ¿por qué el personaje del libro transgredió los valores y olvidó su formación ética?, ¿ será que en su formación profesional olvidaron incluir la formación valórica?. Sin duda profesionales como Julia hay muchos y esto implica que los profesores seguimos como señalaba al inicio la gran misión “educar en valores”. Enseñar valores a nuestros alumnos en el duro oficio de vivir implica en materia de educación, trabajar en el curriculum los objetivos transversales, reflexionar sobre ellos, unificar criterios sobre lo que vamos a entender por ellos, y tener claridad que , se dirigen a un objetivo básico: “promover el desarrollo de conductas críticas , reflexivas y de respeto por las diferencias”, ya que no todos entendemos o tenemos una visión igual sobre temas como la solidaridad, la tolerancia e igualdad, la disciplina, las diferencias sexuales, el aborto, el respeto, etc., pero colegas, para enseñar valores tenemos que vivir los valores y tener plena conciencia que la sociedad actual requiere de una trasformación urgente, que no es posible lograr sin la participación de todos, y en ese aspecto nuestros estudiantes son y deben ser agentes importantes de cambio social, donde no se adapten sino más bien transformen lo que hoy les estamos dejando como legado negativo “valores en peligro de extinción”•

Referencias bibliográficas
HACIA UNA DEFINICIÓN DE LA EDUCACIÓN EN VALORES: LOS TEMAS TRANSVERSALES DEL CURRÍCULUM.
Mª José Alcalá del Olmo Fernández. Universidad Pontificia de Salamanca.
El Fondo de la Reforma Curricular de Educación http://www.enlaces.cl/reportajes/rep/propuesta15.htm
(http://www.iie.ufro.cl/ofcm/ofcmmedia/principal.html



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